Se trata de una ruta de ida y vuelta que nos llevará a las cumbres más elevadas de las provincias de Cáceres (Canchal de la Ceja) y de Salamanca (Pico Calvitero, también llamado Torreón). Esta ascensión tiene una dificultad técnica poco antes de llegar al Calvitero, que ya describiremos más adelante.
Después de llegar por la carretera de la Estación de Esquí, pasando por el Albergue del Travieso, al final de la misma, en el punto llamado El Quemal, aparcamos el vehículo y a nuestra izquierda observamos varios senderos que ascienden por una empinada loma. Mejor tomamos el más central de ellos, poco antes del final de la carretera.
Ascendemos por la loma del Quemal siguiendo un sendero algo pedregoso en ocasiones y zigzagueante que nos llevará hasta la Cuerda del Calvitero, cerca de unos humedales que riegan la Vaguada del Hornillo y unos unimos a un sendero más cómodo que proviene del norte, tomando el mismo a la derecha y como referencia un enorme hito que nos sirve que hay sobre una roca en la misma loma.
Seguiremos la loma por la senda que desciende levemente, en dirección sur-suroeste, siempre y como en la totalidad de la ruta, marcada por hitos que ofrecen una buena señalización del recorrido.
Llegamos a un collado, ya con la vista de las paredes norte del Canchal de la Ceja y donde suelen quedar algunos restos de nieve. Debajo, a nuestra izquierda podemos observar las Lagunas del Trampal.
El sendero da un pequeño bordeo para tomar la ladera oeste, abandonando por la izquierda la ruta al Calvitero que continúa de frente y entre rocas ascendemos sin dificultad hasta la cumbre del Canchal de la Ceja (2.430 m), mar cada por un montículo de piedras y un buzón de cumbre.
En lugar de descender para tomar el desvío que tomamos para ascender al Canchal de la Ceja, descendemos en dirección sur-suroeste para unirnos poco después a la que dejamos, pero que nos ha ahorrado algo de camino.
Pronto el sendero se hace algo más dificultoso cuando llegamos a Las Agujas, donde vamos sorteando varios roquedales, llegando a un collado desde el que veremos que el sendero discurrirá ascendiendo por una serie de placas graníticas que se libran sin dificultad siempre siguiendo con atención los hitos.
Al final de la ascensión llegamos a un cortado, con la vista de la cumbre del Calvitero al frente, con una chimenea que nos deja en un collado. Es el Paso del Diablo, unos quince o veinte metros de roca equipados con anclajes y cadenas que nos facilitan el descenso hasta un pequeño collado. Puede ser útil llevar una cuerda corta para facilitar la ascensión a personas no acostumbradas a la altura, ya que este pasaje hay que descenderlo y después al regreso, ascenderlo. Solo nos queda una breve subida y alcanzamos la cumbre del Pico Calvitero (2.401 m).
Como ya hemos comentado, el regreso lo efectuamos por la misma ruta, evitando ahora la ascensión al Canchal de la Ceja, que bordearemos dejándolo a la derecha.