Se trata de una ruta que puede realizarse tanto en un sentido como en otro e incluso de ida y vuelta, donde el máximo interés reside en la multitud de antiguos molinos, la gran mayoría en estado de ruina, por los que transcurre el recorrido y por la grata sensación de ir bordeando el curso el Río Profundo, en ocasiones mostrando los encajonamientos que le hacen más vistoso.
La descripción la realizamos partiendo desde la barriada de Valbúcar, en Amandi (Concejo de Villaviciosa), donde se encuentra la señalización de la PR- AS137 y que toma la pista que parte a la izquierda de la entrada a la Finca de La Vega y que coincide con la Ruta a de Gijón a Covadonga.
Encontraremos el Molín de Griselda y continuando la pista, nos encontramos con la carretera y el cruce con la AS-51 que descartamos. Después tomaremos un desvío a la derecha bien indicado donde se encuentran unos viveros. Seguimos la estrecha senda que bordea el Río Profundo por la izquierda.
A partir de aquí iremos disfrutando del profundo bosque de ribera que ensombrece totalmente el curso del río, que dejaremos siempre a nuestra izquierda, aunque veremos algunos puentes que nos llevan a visitar alguno de los molinos que se encuentra en el otro margen. Pasaremos unas cancelas abiertas (cuidado con el alambre de espino que rodea los postes) y también pasaremos mediante dos puentes a uno otro lado del río durante un corto tramo, pero siempre bien marcado por la señalización
característica de las PR.
Hasta aquí habremos pasado los molinos de Griselda, Villaverde, Profundu, Trabanco, El Pitu, José Xico, Perea, Perniles, D’Arriba, Pascual, Lalón, Lalón, y La Ullina, cuando llegamos, a mi parecer al más bello por su entorno, el Molín de la Peña, que además se encuentra en muy buena conservación, con una cascada que hace resaltar respecto de los anteriores.
Después, continuando por el otro margen, ya que habremos de cruzar un puente para visitar este último molino, continuamos la marcha y encontramos los molinos de Perón, Rea, Peruya, El Rosicu y el Molin D’Arriba, donde abandonaremos el curso del río, para por su izquierda, remontar buscando paso por caminos entre huertos hasta llegar a Buslaz, donde habremos dejado algún coche si hemos decidido hacer la ruta solo de ida. Si queremos hacerla de ida y vuelta lo suyo es regresar desde el Molín D’Arriba por al misma ruta.